Uralita, durante muchas décadas produjo y comercializó placas de fibrocemento con asbesto (O amianto, que para no extendernos usaremos indistintamente como sinónimos). Son conocidas popularmente como placas de uralita. En los años 60 y 70 se utilizaron directamente como tejados, láminas para tabiques, bajantes de desagüe, etc.. Posteriormente se siguió utilizando como aislante impermeable intermedio bajo la teja. En general, ha sido utilizado como aislamiento térmico de espacios y conducciones, la insonorización de espacios, y la fabricación de tuberías y tubos de conducción de líquido y humos, así como la elaboración de depósitos contenedores de agua y otros líquidos. Todos estos productos fueron comercializados hasta su prohibición definitiva en el año 2002.

Dado que la construcción de Tres Cantos se inició en la última parte de la década de los 70 es presumible su utilización, hasta finalizar el siglo XX, en muchas de nuestras construcciones. Por el año de construcción, es más que posible que algunos centros públicos, por ejemplo los Colegios e Institutos, contengan amianto en su estructura.

En Europa se destinan miles de millones de euros anualmente a la indemnización de enfermedades derivadas del amianto. La Comisión Europea prevé 500.000 muertes en los próximos años por este motivo, unas 10 veces más que por accidentes de trabajo. 

En 1999, la Comisión Técnica de la Unión Europea aprobó la prohibición de uso de cualquier tipo de amianto a partir de 2005 para los países donde no lo estuviese anteriormente. En 2006 la UE inició una dura campaña contra el amianto con el lema: «¡El amianto es mortal!».

La mayoría de edificios construidos en España entre 1965 y 1984 contienen amianto, bien en sus elementos de construcción bien en sus instalaciones. Se estima que los ciudadanos de España vivimos entre tres millones de toneladas de amianto. Numerosas empresas introdujeron en España productos realizados con amianto. Desde 1995 (R.D. 363/1995), el amianto está  clasificado como tóxico y cancerígeno de categoría 1.

Si se sospecha que algún elemento de la construcción de un edificio, sea o no residencial, puede contener asbesto, hay que:

  • Acudir a una empresa profesional de detección y eliminación de amianto.
  • Inspeccionar la documentación aportada por el instalador del tejado
  • Saber si el tejado es anterior o no al 2002
  • Buscar la inscripción NT (nueva tecnología) en las placas de uralita, lo que garantiza que está libre de amianto
  • Extraer una muestra y llevarla a un laboratorio especializado en detección de amianto


¿Es obligatorio retirar el fibrocemento con amianto en España?

Es obligatorio retirar las placas u otros elementos de fibrocemento o Uralita al llegar al límite de su vida útil. Cuando puede producirse una perforación o rasgadura de manera prácticamente accidental, por acción del agua o cualquier otro agente natural. La Ley es bastante conservadora, pero dada la gravedad y peligrosidad del asbesto de las Uralitas conviene aplicar el principio de precaución y no esperar la caducidad a los 30-35 años. Por otra parte, hablamos de materiales de los últimos 80 o primeros 90, lo cual indica que en muchos casos tenemos sobre nuestras cabezas o en nuestras paredes material caducado y peligroso.

Solo Navarra ha aprobado, con presupuesto incluido, un plan de desamiantado de su territorio; en el resto, a excepción de Catalunya, la retirada de fibrocemento sólo cuenta con las ayudas del plan IDAE, para la mejora en la eficiencia energética de las construcciones, donde la cantidad que se subvenciona es un porcentaje relativamente bajo.

España carece de una estrategia nacional para evitar la exposición ambiental al amianto entre la población general, pero es cuestión de tiempo que Europa y/o España establezcan por ley la obligatoriedad para eliminar el fibrocemento a fecha fija. En pocos años, las últimas instalaciones habrán llegado al límite de su vida útil, la mayoría ya han alcanzado ese límite.

El asbesto se esparce fácilmente en el aire y produce asbestosis. Los pulmones no eliminan nunca buena parte de las fibras que aspiran, las cubren cicatrizando y producen disnea (dificultad) respiratoria. Frecuentemente evoluciona generando cáncer de pulmón y este, a su vez, se transforma, a menudo, en cáncer pleural maligno o mesotelioma.

El anteproyecto de la nueva Ley de Residuos, prevé la obligatoriedad de realizar un inventario de emplazamientos con amianto y definir un calendario para planificar su retirada.

Algunos ayuntamientos ya están haciendo listados de edificios con riesgo de amianto, para posteriormente calcular las subvenciones o ayudas necesarias para retirar y cambiar estos elementos con ayuda de empresas especializadas y registradas. Anticiparse a la obligatoriedad -o al desastre- es de sabios.

 

 

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